Regiones Del Infinto
Imagina usar tus gafas cuánticas y contemplar al infinito desplegarse ante ti, en todas las direcciones, infinitamente.
En esta visión sublime, surge un tapiz complejo de hilos de energía que se arremolinan unos alrededor de otros, formando nudos energéticos que llamamos materia, los cuales se juntan y forman lunas, tigres e incluso humanos; todos ellos, nudos complejos de energía cayendo eternamente dentro del vasto vacío del universo.
Esta magnífica visión, es Dios mismo, bueno, una pequeña región de Dios mismo: la omnipresente, y omnipotente variedad que contiene a todo lo que observamos y lo que nunca observaremos.
Esta visión no es algo que puedas comprender completamente; la mente se tambalea al intentar entender un sistema infinito que contiene entidades ya incomprensibles, como los humanos y los personajes en sus sueños.
Sin embargo, comprende esta verdad: no somos meros observadores en este tapiz infinito, sino partes integrales de él, partes de Dios, en esencia.
Así como las células son parte de ti, nosotros somos nodos dentro de la gran infinitud; nuestras acciones envían ondas a través de su superficie y así remodelamos a Dios mismo a través de nuestras intenciones y acciones.
¿Entiendes?
Somos pequeñas regiones de Dios, y todo lo que te rodea también lo es. Camina emanando amor y respeto:
ese es nuestro propósito.
Es como se mantiene la totalidad en armonía.