La Totalidad
Almorzábamos sobre un peñasco a la orilla de una laguna en Las Rocosas cuando el chillido de un águila pescadora que había tomado vuelo desde la copa del pino a nuestra izquierda irrumpió entre el silencio de aquel mediodía
La vimos flotar momentáneamente sobre el agua, como torpe colibrí, y en un instante zambullirse a una velocidad espeluznante; se sumergió por completo hasta que salió a la superficie a luchar por tomar vuelo con aleteos ansiosos de sus alas húmedas.
Cuando por fin despegó vimos que cargaba un pez con el torso atravesado por sus garras. El pobre animal, ya muriendo, aun coleteaba, creo que más por dolor y costumbre que por tratar de guiar su único y último vuelo.
Mientras el asombro de aquel instante violento aun no terminaba, la muerte se nos acercó un poco mas, sutilmente ésta vez, al darnos cuenta que justo detrás de nosotros había un montillo de cenizas de algún ser querido, que cubrían un rosario negro con la medalla de San Benito...
“Hoy, como todos los días, nos rodea la muerte: es la totalidad sobre la cual existe la vida; es la totalidad a la cual nuestras matrices esculpen y convierten en vida.”